Para entender lo que viene ocurriendo, en relación a la operación denominada “Rápido y Furioso”, es conveniente leer el siguiente artículo del Grupo Stratfor, analistas de inteligencia; en él, con base a datos de 2008 se refuta el aserto, acerca del monto de armas contrabandeadas a México desde los Estados Unidos.
En días pasados Lenny Breuer del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, al testificar ante el Senado de ese país, respondiendo a una pregunta de la senadora demócrata por California Dianne Feinstein, señaló, de acuerdo a una nota del Universal de fecha 1 de noviembre del presente año, que 64 mil de las 94 mil armas aseguradas en México provienen de los Estados Unidos. Lo que significa, que el Gobierno de nuestro país ha proporcionado un detallado flujo de los datos de las armas aseguradas en México, cosa que como se demuestra en el artículo que presentamos, no ha sido el caso para el año del estudio y no veo que hubiera cambiado para los siguientes.
El Gobierno de nuestro país empeñado en una guerra cada vez más costosa y sin rumbo, ha buscado un chivo expiatorio por el río de sangre que asola nuestra patria y no ha encontrado uno mejor, eligió a las armerías en los Estados Unidos, especialmente en los estados fronterizos con México. Repite el Presidente de la República su mantra “Armas de Asalto”, haciendo eco con políticos demócratas del vecino país, en relanzar la inútil y ficticia prohibición de las así llamadas armas de asalto, es decir, cualquier rifle de apariencia paramilitar. Buscan que se establezcan medidas para impedir la venta múltiple de armas, que se establezca un registro de armas en los Estados Unidos, que cambien la segunda enmienda de la Constitución de aquel país o algo parecido para nulificarla. En eso se parece al grupo de personalidades mexicanas (entre ellos el movimiento que encabeza Javier Sicilia), que fueron a Washington a solicitar exactamente lo mismo y aun más: que aumentar las facultades fiscalizadoras de la ATF. No sé, pero alguien debería decirle a todas estas personas, empezando por el Presidente y siguiendo por Javier Sicilia, que fue la ATF, la que sin ningún empacho violo las leyes de nuestro país, pero quieren más, ceder más soberanía, que sean los gringos buenotes, que nos salven de los malosos vendedores de armas, encuentro ridículos todo eso.
En alguna de las tantas entrevistas que en fechas recientes ha concedido el Presidente señaló, algo así que, evito en su momento una fuerte recriminación por la actuación de los subalternos del Presidente Obama, porque son aliados en la lucha de nuestro país en contra del enemigo común, los grupos criminales. Como votante que fui del actual Presidente de México, si pudiera decirle algo en persona sería, que el vecino país del norte, nunca será nuestro aliado, probado esta por la historia común, es nuestro vecino sí, pero nada más y dicen en mi rancho, que a los vecinos, con un buenos días o buenas tardes basta. Me recuerdo una vieja lectura, en donde se señalaba, además de la famosa frase de Porfirio Díaz sobre la lejanía de México de Dios, se le atribuía la siguiente: “Ni aunque uno de los Apóstoles de Cristo fuera el ocupante de la Casa Blanca, nada bueno puede esperar México de eso”.
No sé si la dijo, pero debió decirla.
El suministro de armas a México y el mito del 90 por ciento
Por Scott Stewart
Por varios años hasta el momento, STRATFOR ha venido observado de manera cercana el desarrollo en México, de lo que se relaciona con lo que nosotros consideramos las tres formas de guerra que se efectúa ahí. Esas tres guerras son la guerra entre varios carteles de drogas, la guerra entre el gobierno y los carteles y la guerra llevada a cabo contra los ciudadanos y los negocios por criminales.
En adición a observar en el sitio los desarrollos tácticos de la Guerra de los Carteles y estudiar la dinámica del conflicto al interior de varias facciones combatientes, hemos prestado cercana atención a las maneras en que los dos gobiernos de México y los Estados Unidos han reaccionado a esos desarrollos. Quizá uno de los aspectos más interesantes de ver, ha sido el modo en el que el gobierno mexicano ha tratado de desviar la responsabilidad por la guerra de los carteles de sí mismo y descargarla en los Estados Unidos. De acuerdo al gobierno mexicano, la guerra de los carteles no es el resultado de la corrupción en México o de las dinámicas económicas y sociales que dejan a muchos mexicanos marginalizados y desesperados en encontrar una manera de subsistir. Por el contrario, la guerra de los carteles se debe al insaciable apetito de los norteamericanos por los narcóticos y el flujo sin fin de armas que fluye desde los Estados Unidos hacia México y que resulta en la violencia mexicana.
Es muy interesante que la parte de este argumento relacionada con las armas, haya sido adoptado por muchos políticos y funcionarios del gobierno de los Estados Unidos en años recientes. Ahora es se ha convertido en muy común, escuchar a funcionarios norteamericanos afirmar confiadamente, que el 90 % de las armas usadas por los carteles mexicanos de drogas provienen de los Estados Unidos. Sin embargo un examen minucioso de la dinámica de la guerra de carteles en México y de cómo el repetido número de 90% fue acercado, claramente demuestra que ese número es mas retorica política que un hecho empírico.
De acuerdo a los números
Como nosotros señalamos en un previo análisis, la cantidad de 90% se deriva de un reporte de junio de 2009 (1) de la Oficina de Fiscalización del Gobierno de los Estados Unidos (GAO por sus siglas en inglés N. del T.) al Congreso sobre los esfuerzos norteamericanos para combatir el trasiego de armas a México.
De acuerdo al reporte GAO, cerca de 30,000 armas de fuego fueron confiscadas a criminales por autoridades mexicanas en 2008. De esas 30 mil armas, información perteneciente a 7,200 (24%) fue enviada al Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés N. del T) para trazar su origen. De las 7,200 armas únicamente 4000 pudieron ser trazados sus orígenes por el ATF y de esas 4,000 cerca de 3,480 (87%) se demostró que habían provenido de los Estados Unidos.
El suministro de armas a México y el mito del 90 por ciento
Esto significa que la figura del 87% se relaciona con el número de armas cuya información fue enviada por el gobierno mexicano a la ATF y que pudo ser trazado su origen exitosamente y no al total de armas aseguradas por las autoridades mexicanas o incluso al número total de armas enviadas a la ATF para trazar su origen. De hecho, de las 3480 armas positivamente rastreadas hacia los Estados Unidos equivale a menos del 12% del total de armas aseguradas en México en 2008 y menos del 48% del total de los datos enviados por el Gobierno Mexicano a la ATF. Esto significa que cerca del 90% de las armas aseguradas en México en 2008 no se pudo trazar su origen en los Estados Unidos.
Las restantes 22,800 armas aseguradas por autoridades mexicanas en 2008 no fueron rastreadas por una variedad de razones. En adición a factores tales como las barreras burocráticas y la negligencia, muchas de las armas aseguradas por autoridades mexicanas, o no poseen número de serie o este ha sido alterado o borrado. Es además importante el entender que las autoridades mexicanas sencillamente no se molestan en enviar ciertos tipos de armas a la ATF para su rastreo. Tales armas incluyen las que ellos identifican como de sus propias fuerzas militares o policiales o armas que pueden rastrearlas como vendidas a través de la Dirección de Comercialización de Armas y Municiones de la Secretaria de la Defensa Nacional. De la misma manera ellos no le solicitan a la ATF el rastrear equipos militares de terceros países como granadas de fragmentación de Corea del Sur, comúnmente usadas en los ataques de los carteles.
Por supuesto, algunas o incluso muchas de las 22,800 armas que los mexicanos no enviaron sus datos a la ATF para su rastreo pudieron haberse originado en los Estados Unidos; pero de acuerdo a los datos presentados por la GAO, no existe evidencia para apoyar el aserto que el 90 % de las armas usadas por los carteles mexicanos provienen de los Estados Unidos, especialmente cuando ni siquiera el 50 % de esas que fueron enviados sus datos para rastreo se encontró al final que su origen es los Estados Unidos.
Lo anterior expuesto nos lleva a considerar los tipos de armas que están siendo usados por los carteles mexicanos y de donde provienen.
Tipos y fuentes de las armas
Para obtener un entendimiento de la dinámica del flujo de armas adentro de México, ayuda si uno divide las armas aseguradas a los criminales por las autoridades mexicanas dentro de tres grandes categorías, lo que, incidentalmente sucede que representa las tres distintas fuentes.
Tipo 1: Armas legalmente disponibles en México
La primera categoría de armas encontradas en México son armas disponibles legalmente para su venta en México a través de la DGCAM, esas armas incluyen armas de mano más pequeñas al calibre .357 magnum tales como el .380 (pistola) y -38 especial (revolver)
Una larga porción de este tipo de armas usadas por criminales es comprada en México o robada a sus legítimos dueños. Mientras que la DCAM mantiene estrictas regulaciones para que los civiles puedan comprar armas, los criminales usan prestanombres para obtener armas de la DCAM o las obtienen de oficiales corruptos. Asesinos al servicio de carteles usan comúnmente en México pistolas .380 equipadas con silenciador en sus asesinatos; en muchos casos, esas pistolas son compradas en México y los silenciadores son fabricados localmente y las pistolas son adaptadas para recibirlos por armeros mexicanos.
Debe hacerse notar que debido al hecho del costo y la confusión para comprar armas en México, muchas de las armas en esta categoría son compradas en los Estados Unidos y contrabandeadas al país. Existen muchas armas baratas disponibles en el mercado de los Estados Unidos y que pueden ser vendidas con grandes ganancias en México. De hecho, armas en esta categoría como las pistolas .380 y rifles y pistolas calibre .22, son las que más comúnmente son rastreadas hasta los Estados Unidos. De todas maneras los datos no indican que el 90 % de armas en esta categoría provienen de los Estados Unidos.
Adicionalmente, la mayoría de los explosivos que los carteles han estado usando en aparatos explosivos improvisados (IED por sus siglas en inglés) en México el pasado año, han usado Tovex comercialmente disponible, por tanto consideramos estos explosivos. Los IED mexicanos son otra área en donde la retorica es interesante de analizar, pero analizaremos este tópico en otra oportunidad.
Tipo 2: Armas legalmente disponibles en los Estados Unidos pero no en México.
Muchos calibres populares de armas de mano, como el 9 mm, .45 y .40 están reservadas para los militares y la policía y no están disponibles para su venta a civiles en México. Estas armas, que son legales de vender y muy populares en los Estados Unidos, conforman nuestra segunda categoría, las cuales incluyen rifles de calibre .50, versiones semiautomáticas de rifles de asalto como el AK 47 y el M16 y la pistola FN cinco siete.
Cuando consideramos este Segundo tipo de armas, un gran número de ellas encontradas en México es muy probable que se hubiera comprado en los Estados Unidos. De hecho el reporte de la GAO señala que muchas de esas armas comúnmente rastreado su origen en los Estados Unidos cae en esta categoría. Existen además muchas pistolas semiautomáticas calibre .45 y 9mm y revólveres .357 obtenidos de desertores del ejército y la policía mexicana, compradas a autoridades corruptas o incluso traídas desde sud América (armas fabricadas por empresas tales como Taurus y Bersa). Esta categoría además incluye variantes semiautomáticas de rifles de asalto y rifles principales de batalla, que a menudo son convertidos por armeros mexicanos para ser capaces de fuego automático total.
Uno puede comprar ese tipo de armas en el Mercado internacional de armas,, spero se paga más por ese tipo de armas y es barato y mas fácil simplemente comprarlas en los Estados Unidos o en Sud América y contrabandearlas hacia México. De hecho, existe toda una completa industria oculta que se ha desarrollado para contrabandear ese tipo de armas y no todos sus clientes son sicarios de los carteles. Existen muchos ciudadanos mexicanos quienes poseen armas en calibres tales como .45, 9mm, .40 y .44 magnum para autodefensa, incluso si tales armas son ilegales en México.
Tipo 3: Armas no disponibles para civiles en México o en los Estados Unidos
El tercer tipo de armas encontradas en México son artefactos de grado militar no generalmente disponibles para su venta en los Estados Unidos o México. Esta categoría incluye granadas de mano, granadas de 40 m, granadas propulsadas por cohetes (RPG por sus siglas en inglés), rifles de asalto automáticos, rifles de batalla y subametralladoras.
Este tercer tipo de armas es muy difícil y muy costoso de obtener en los Estados Unidos, especialmente en grandes números en los cuales los carteles están usándolas. Además son muy peligrosas de obtener en los Estados Unidos debido a los severos escrutinios de las agencias de la ley. Por consiguiente la mayoría de los instrumentos militares usados por los carteles mexicanos proviene de otra fuente, tal como el mercado internacional de armas, cada vez más de China por la misma vía de las redes que preparan la manufactura de precursores químicos para la fabricación de narcóticos o de elementos corruptos del Ejercito Mexicano o incluso desertores quienes toman sus armas con ellos. Más aun, artículos tales como granadas de fragmentación de Sud Corea y RPG-7, a menudo usados por los carteles, simplemente no existen en los arsenales de los Estados Unidos. Lo anterior significa que muy pocas de esas armas en esta categoría provienen de los Estados Unidos.
En años recientes los carteles, especialmente grupos de ataque como los Zetas, Gente Nueva y la Línea, han estado usando cada vez más armamentos militares en vez de armas deportivas. Un cercano examen de las armas aseguradas de los grupos de ataque y sus campos de entrenamiento, claramente demuestra esta tendencia hacia los equipos militares, incluyendo muchas armas no fácilmente disponibles en los Estados Unidos. Algunos de los aseguramientos han incluido ametralladoras M60 y cientos de granadas de 40mm obtenidos de arsenales militares de países tales como Guatemala.
Pero Guatemala no es la única fuente de ese tipo de armas. América Latina esta permeada de armas enviadas ahí en las pasadas décadas para alimentar varias insurgencias y contrainsurgencias en la región. Cuando esas armas de grado militar son combinadas con la corrupción rampante en la región, rápidamente encuentran su camino al mercado negro de armas. Los carteles mexicanos tienen contactos de una cadena de suministros, que les ayudan a mover narcóticos a México desde Centro y Sud América y son capaces de usar la misma red, para obtener armas del mercado negro en esas regiones y contrabandearlas a México. Mientras que hay muchas armas de esta categoría que fueron manufacturadas en los Estados Unidos, la inmensa mayoría de armas de este tipo manufacturadas ahí, encontradas en México, como los cohetes LAW y las ametralladoras M 60, vienen a México de terceros países y no directamente de los Estados Unidos.
Existen además algunos casos de traslape entre las clases de armas. Por ejemplo, la pistola FN cinco-siete está disponible para su compra comercial en los Estados Unidos, pero la munición penetrante blindada 5.7x28 para la pistola que favorecen los carteles no lo está, es un artículo restringido. Sin embargo, algunas de las unidades de fuerzas de operaciones especiales en la milicia mexicana son armadas con la cinco-siete, así como la FNP90 como arma de defensa personal, que además dispara la bala 5.7x28 y los carteles han obtenido algunas de esas armas y la munición penetrante blindada de ellos y no de los Estados Unidos. En esa misma relación, vemos cantidad de munición 5.56mm y 7-62 comprada en los Estados Unidos y contrabandeada hacia México, en donde es usada en rifles AK 47 y M 16 comprados en algún otro lugar. Como señalamos arriba, en años recientes China se ha convertido en una fuente cada vez más común para armas militares como granadas y rifles de asalto automáticos.
Sin embargo para entender realmente el problema de armas de México, es necesario reconocer que la misma ley económica de oferta y demanda que alimenta el trasiego de drogas a los Estados Unidos, además alimenta el contrabando de armas a México. Armas en el mercado negro de México pueden producir hasta un 300% de ganancia del precio normal de compra, un margen de ganancia que rivaliza con la venta de narcóticos de los carteles. Incluso si fuera de alguna manera posible sellar herméticamente la frontera de México y los Estados Unidos y cortar todas las armas que vienen de los Estados Unidos, los carteles podrían aun ser capaces de obtener armas en algún otro lugar; tal como los narcóticos continuaran fluyendo hacia los Estados Unidos de otros lugares. Los Estados Unidos proporcionan un fácil acceso a ciertos tipos de armas y municiones, pero como ha sido demostrado por grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, armas pueden ser obtenidas de otras fuentes por la vía del mercado negro de armas, aunque a un precio más elevado.
Existe una larga y clara historia bien documentada de contrabando de armas a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México, pero es importante reconocer que, mientras los Estados Unidos es una fuente significante de cierto tipo de armas y munición, por ningún motivo es una fuente del 90% de las armas usadas por los carteles mexicanos, como comúnmente se menciona.
1. http://www.gao.gov/new.items/d09709.pdf
Mexico's Gun Supply and the 90 Percent Myth is republished with permission of STRATFOR.