En días pasados un desquiciado sujeto pudo, sin mas elementos que su enfermo ingenio, trasladar su condición y desquiciar el sistema aereoportuario nacional, con un incidente que será reportado y analizado largamente. Por lo pronto existen dos visiones contrapuestas acerca de los sistemas de seguridad en los aeropuertos nacionales, la del Secretario de Seguridad Pública Federal que señala que esta fue burlada y la del Secretario de Gobernación, que dice todo lo contrario. Sobre quien tiene la razón, los hechos hablan por si mismos, un sujeto pudo descontrolar el sistema de tráfico aéreo, lo hizo con elementos que simulaban una bomba.
No deja de ser curiosas la reacciones de los responsables del aéreo puerto de Cancún, primero el Capitán del mismo, en el sentido de lavarse las manos, aduciendo que el control de las instalaciones esta a cargo de la empresa concesionaria de dicho aéreo puerto y el representante de la empresa concesionaria, señalando que aunque se cuenta con los equipos de tecnología de punta, estos no detectaron la existencia de algún producto explosivo y que en ninguna disposición normativa o protocolo de seguridad se impide que los pasajeros aborden con recipientes de jugos llenos de arena.
En ambos casos es la actitud de lavarse las manos o como vulgarmente se dice, "pasarle la bolita" a otra persona. En ambos casos tienen la razón, el hecho sin embargo persiste, se efectúo un secuestro aéreo, cuando este tipo de incidentes no ocurrían desde hace 37 años en México. Llama poderosamente la atención la declaración del representante de la empresa concesionaria, señalando que no se prohíbe abordar con recipientes de jugos llenos de arena, luego entonces estaban al tanto que había abordado en esa condición el sujeto de marras. Tengo amigos que cuando han viajado a Cancún, traen botellas llenas de arena, lo hacen por el motivo que es famosa esa arena por la blancura y tersura de la misma. Es un típico ejemplo de ceguera de taller, donde una operación reiterada por extraña que parezca, mientras no ocurra nada se permite, hasta que suceden las cosas y luego, como estos dos celosos funcionarios, uno público y otro privado pasan a esconder la mano. "Ni modo, han de decir, yo cumplí con lo estipulado, mire ahí están los reglamentos".
Sobre la poca fe en los sistemas aereoportuarios presentamos aquí un extracto del articulo "¿Vuelos Seguros? (http://procedimientospolicialesargentina.blogspot.com/2009/09/vuelos-seguros.html) del excelente blog "Procedimientos Policiales Argentina" creado por el Comisario (ra) Ernesto Emiliano Santamaría, vale la pena tomar nota de lo señalado por tan distinguido blog policial argentino.
"El relajamiento del cuidado en los equipos como en la seguridad aeroportuaria puede llevar a catástrofes por todos conocidas..
En Argentina, luego de investigaciones por robos de contenido de equipaje, en Diciembre de 2006 se han detenido empleados del sector cargas, acusados de robo de elementos de fácil reducción. Si tan fácilmente se pueden sacar elementos robados robados de bodegas de carga o equipajes, también se pueden introducir con la misma facilidad, elementos peligrosos.
Modus operandi
En general, los empleados del sector cargas de los aeropuertos, utilizan (con fines de robo) los equipos destinados controlar elementos peligrosos o prohibidos. Con ellos chequean elementos de valor dentro de los equipajes no acompañados y las cargas de exportación. sin prestar la mas mínima atención en elementos potencialmente peligrosos o prohibidos
Estos empleados infieles, no solo robaban de las valijas:: joyas, computadoras, maquinas fotográficas o filmadoras, también la carga de exportación, elementos de fácil reducción y de valor significativo, reiteramos, desviando toda su atención a la búsqueda de elementos que puedan tener valor a la hora de reducirlos, en vez de abocarse a detectar algún componente sospechoso.
Toda una banda
Una vez “marcado” el equipaje o el contenedor de la carga, otro empleado cometía el despojo en algún lugar no custodiado de la pista, un punto ciego del sistema de monitoreo por cámaras del aeropuerto donde el equipaje “elegido” es llevado para cometer el despojo.
La utilización de las bodegas del avión para trasladar mercaderías de contrabando es otro punto critico para la seguridad de las compañías aéreas. Recordemos que hasta no hace mucho, nuestros nobles próceres compraban electrodomésticos en el exterior, los que eran despachados por el sector cargas del aeropuerto.
Así las cosas, en Argentina, nuestro General Don José de San Martín trajo una heladera con frezer y dispenser de hielo, Domingo Faustino Sarmiento al fin pudo tener su TV con pantalla plana, el finadito Mariano Moreno llego a tener la ultima versión de computadora portatil, etc.
Estas verdaderas organizaciones transnacionales dedicadas al contrabando confían en la manifestación del interesado a la hora de enviar su mercadería, sin embargo poco es el control que ejercen sobre ella. En este caso el interesado (dueño de la carga a transportar) puede manifestar que envía un televisor, el despachante fragua documentación para el embarcador figurando enviar revistas, y en realidad la carga puede contener un elemento prohibido o peligroso.
Las mercaderías de importación o exportación son frecuentemente robadas y trasladadas fuera del aeropuerto para su comercialización, no sin antes esperar la vista gorda de algún vigilador. En este caso, así como sale mercadería también puede ingresar otra al aeropuerto sin control adecuado.
Ante estos reiteradísimos eventos, las compañías aéreas, frecuentemente comparan el peso de la mercadería de exportación con la guía de embarque. Si hay una diferencia de peso entre los documentos de embarque, y la carga propiamente dicha, las compañías aéreas prefieren dejar la carga en tierra a afectos de deslindar acciones legales por robo durante el traslado o en alguna escala.
El peso de la carga cumple un rol fundamental al momento del despegue y vuelo del avión. En función de la cantidad de carga y la cantidad de pasajeros, será la cantidad de combustible a cargar el consumo, la potencia que se deberá imprimir a los motores en el despegue, entre otros.
Respecto al apoyo de la aeronave en tierra, antes de cada despegue un ejercito de personas ejercen sus funciones alrededor de la maquina; carga de combustible, limpieza interna del avión, carga de comidas y bebidas, apoyo del sistema de arranque de las turbinas, personal de control de maquina (técnicos), etc.
Es entonces directamente proporcional e importante la cantidad de controles que hay que observar no solo sobre el avión, sino sobre las personas, los equipos y los que convergen a la maquina.
El deficiente ejercicio o el relajamiento en la observación del personal de seguridad, dada la rutina y frecuencia de los servicios hoy puede desencadenar en una tragedia."
No deja de ser curiosas la reacciones de los responsables del aéreo puerto de Cancún, primero el Capitán del mismo, en el sentido de lavarse las manos, aduciendo que el control de las instalaciones esta a cargo de la empresa concesionaria de dicho aéreo puerto y el representante de la empresa concesionaria, señalando que aunque se cuenta con los equipos de tecnología de punta, estos no detectaron la existencia de algún producto explosivo y que en ninguna disposición normativa o protocolo de seguridad se impide que los pasajeros aborden con recipientes de jugos llenos de arena.
En ambos casos es la actitud de lavarse las manos o como vulgarmente se dice, "pasarle la bolita" a otra persona. En ambos casos tienen la razón, el hecho sin embargo persiste, se efectúo un secuestro aéreo, cuando este tipo de incidentes no ocurrían desde hace 37 años en México. Llama poderosamente la atención la declaración del representante de la empresa concesionaria, señalando que no se prohíbe abordar con recipientes de jugos llenos de arena, luego entonces estaban al tanto que había abordado en esa condición el sujeto de marras. Tengo amigos que cuando han viajado a Cancún, traen botellas llenas de arena, lo hacen por el motivo que es famosa esa arena por la blancura y tersura de la misma. Es un típico ejemplo de ceguera de taller, donde una operación reiterada por extraña que parezca, mientras no ocurra nada se permite, hasta que suceden las cosas y luego, como estos dos celosos funcionarios, uno público y otro privado pasan a esconder la mano. "Ni modo, han de decir, yo cumplí con lo estipulado, mire ahí están los reglamentos".
Sobre la poca fe en los sistemas aereoportuarios presentamos aquí un extracto del articulo "¿Vuelos Seguros? (http://procedimientospolicialesargentina.blogspot.com/2009/09/vuelos-seguros.html) del excelente blog "Procedimientos Policiales Argentina" creado por el Comisario (ra) Ernesto Emiliano Santamaría, vale la pena tomar nota de lo señalado por tan distinguido blog policial argentino.
"El relajamiento del cuidado en los equipos como en la seguridad aeroportuaria puede llevar a catástrofes por todos conocidas..
En Argentina, luego de investigaciones por robos de contenido de equipaje, en Diciembre de 2006 se han detenido empleados del sector cargas, acusados de robo de elementos de fácil reducción. Si tan fácilmente se pueden sacar elementos robados robados de bodegas de carga o equipajes, también se pueden introducir con la misma facilidad, elementos peligrosos.
Modus operandi
En general, los empleados del sector cargas de los aeropuertos, utilizan (con fines de robo) los equipos destinados controlar elementos peligrosos o prohibidos. Con ellos chequean elementos de valor dentro de los equipajes no acompañados y las cargas de exportación. sin prestar la mas mínima atención en elementos potencialmente peligrosos o prohibidos
Estos empleados infieles, no solo robaban de las valijas:: joyas, computadoras, maquinas fotográficas o filmadoras, también la carga de exportación, elementos de fácil reducción y de valor significativo, reiteramos, desviando toda su atención a la búsqueda de elementos que puedan tener valor a la hora de reducirlos, en vez de abocarse a detectar algún componente sospechoso.
Toda una banda
Una vez “marcado” el equipaje o el contenedor de la carga, otro empleado cometía el despojo en algún lugar no custodiado de la pista, un punto ciego del sistema de monitoreo por cámaras del aeropuerto donde el equipaje “elegido” es llevado para cometer el despojo.
La utilización de las bodegas del avión para trasladar mercaderías de contrabando es otro punto critico para la seguridad de las compañías aéreas. Recordemos que hasta no hace mucho, nuestros nobles próceres compraban electrodomésticos en el exterior, los que eran despachados por el sector cargas del aeropuerto.
Así las cosas, en Argentina, nuestro General Don José de San Martín trajo una heladera con frezer y dispenser de hielo, Domingo Faustino Sarmiento al fin pudo tener su TV con pantalla plana, el finadito Mariano Moreno llego a tener la ultima versión de computadora portatil, etc.
Estas verdaderas organizaciones transnacionales dedicadas al contrabando confían en la manifestación del interesado a la hora de enviar su mercadería, sin embargo poco es el control que ejercen sobre ella. En este caso el interesado (dueño de la carga a transportar) puede manifestar que envía un televisor, el despachante fragua documentación para el embarcador figurando enviar revistas, y en realidad la carga puede contener un elemento prohibido o peligroso.
Las mercaderías de importación o exportación son frecuentemente robadas y trasladadas fuera del aeropuerto para su comercialización, no sin antes esperar la vista gorda de algún vigilador. En este caso, así como sale mercadería también puede ingresar otra al aeropuerto sin control adecuado.
Ante estos reiteradísimos eventos, las compañías aéreas, frecuentemente comparan el peso de la mercadería de exportación con la guía de embarque. Si hay una diferencia de peso entre los documentos de embarque, y la carga propiamente dicha, las compañías aéreas prefieren dejar la carga en tierra a afectos de deslindar acciones legales por robo durante el traslado o en alguna escala.
El peso de la carga cumple un rol fundamental al momento del despegue y vuelo del avión. En función de la cantidad de carga y la cantidad de pasajeros, será la cantidad de combustible a cargar el consumo, la potencia que se deberá imprimir a los motores en el despegue, entre otros.
Respecto al apoyo de la aeronave en tierra, antes de cada despegue un ejercito de personas ejercen sus funciones alrededor de la maquina; carga de combustible, limpieza interna del avión, carga de comidas y bebidas, apoyo del sistema de arranque de las turbinas, personal de control de maquina (técnicos), etc.
Es entonces directamente proporcional e importante la cantidad de controles que hay que observar no solo sobre el avión, sino sobre las personas, los equipos y los que convergen a la maquina.
El deficiente ejercicio o el relajamiento en la observación del personal de seguridad, dada la rutina y frecuencia de los servicios hoy puede desencadenar en una tragedia."
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