jueves, 16 de julio de 2009

EL OFICIAL DE POLICÍA NO ES OFICIAL DE EJERCITO

Cadetes del Heroico Colegio Militar

El oficial de Policía no es un oficial de ejército. Las funciones de ambos son antagónicas y distintas. El oficial de ejército se entrena para la defensa de la Patria. El oficial de policía para la seguridad pública, en el servicio de vigilar la calle, fiscalizar la vigilancia, proveyendo acerca del tránsito y los auxilios de emergencia. En esto, orienta, educa y disciplina a las masas. El oficial de policía trabaja para volver eficiente la defensa de la sociedad, por medio de la vigilancia preventiva y represiva, garantizando los derechos del ciudadano y de la propiedad. El oficial de ejercito estudia el arte militar y el empleo de los ingenios de guerra y el otro la capacidad criminogena de los delincuentes, los colapsos del tránsito, los métodos de socorro y el empleo de la policía preventiva en los motines, en las jornadas electorales, en la fiscalización de los caminos y en las variadas perturbaciones del orden.

Elementos de la Policía Nacional Civil de El Salvador


El oficial de ejército se destina a la seguridad de la patria y el oficial de policía a la seguridad de la sociedad. Ambos velan por la ley. El primero, por la soberanía de la nación y el segundo, por el respeto a las garantías constitucionales, el fuero de todo lo relacionado con lo civil. El primero pertenece al magisterio de la patria y el segundo al magisterio de la justicia. Vale decir que entre el magisterio de la patria y el magisterio de la justicia, las equivalencias de abnegación, sacrificio y nobleza son equivalentes, razón por la cual ambos merecen el mismo respeto, las mismas honras y atributos gratitud. El primero se yergue en contra de los enemigos del régimen o de la nación y el segundo contra los enemigos de la sociedad.


Elemento del GOPES Policía Nacional Civil de El Salvador

durante operación de combate a las Maras


El oficial de policía, iluminado, lleno de fe, construye el orden público, defiende la vida del ciudadano, garantiza el derecho de propiedad, las fortunas personales de orden material y espiritual, las costumbres, la tolerancia, el derecho a transitar y el esparcimiento del pueblo. Confronta a cada instante a los malhechores, poniendo en riesgo su propia vida y la felicidad de sus dependientes. Es un valuarte de la autoridad constituida, por tanto sus atribuciones y la manera en como las ejecuta marcan un claro límite con el oficial de ejercito. El que busca ser lo que no es, se elude y cae en ridículo.


Agentes de los Mossos D'Escuadra, la Policía de Cataluña

proporcionando información a una ciudadana

Coronel de Policia Militar Alfredo Feijó Del Libro “Oficiais da Força e Delegados de Polícia” São Paulo -1958

Traducción y adaptación de Alejandro Monzón

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